El estudio de la contaminación y el
planteamiento de estrategias para reducirla no es algo nuevo, de hecho, hace
tiempo que se está tratando evitar este problema o mitigarlo en su defecto. Ramírez (2018) plantea que "el medio ambiente, es de
por sí, la casa que se habita, y por ende se debe de cuidar, proteger,
conservar, y mantenerla con los mayores cuidados. Por ello, la connotada
contaminación que se observa en el medio ambiente debe ser tratada con las
mejores herramientas de que se dispone, que no es otra que la de plantear
estrategias innovadoras que permitan mitigar las mismas" donde alude a que
el medio ambiente consiste en el hogar que se debe cuidar, su trabajo ha
servido de guía a este con la mención de las estrategias para poder mitigar la
contaminación.
Ustate (2020) habla de la contaminación
como “consecuencia de la producción excesiva de desechos por parte del ser
humano”, lo cual atribuye al ser humano en sí como la causa de la producción
excesiva de desechos, entre ellos los residuos sólidos.
Ortiz y Londoño (2020) se acercan a la
situación del manejo inadecuado de los residuos sólidos como una problemática
que “trae consigo consecuencias y afectaciones ambientales y sociales”. Es
decir que, la mala gestión de los desechos no solo significa un daño para el
medio ambiente, sino que también supone daños a la sociedad.
Cabe resaltar y se puede inferir que, a
partir de la producción excesiva de desechos, se ha tornado en una dificultad
el deshacerse de los mismos y esta dificultad demuestra lo pertinente que
requieren nuevas estrategias para poder mitigar el daño que provoca la contaminación
como menciona Ustate, 2020, la contaminación "es el resultado de las
diversas actividades que realiza el hombre en su diario vivir, donde ha
generado una producción excesiva de desechos, los cuales se convierten en un
inconveniente mayor a la hora de almacenarlos, disponerlos o eliminarlos”.